Hoy, 27 de diciembre, se celebra la onomástica de San Juan Evangelista, uno de los apóstoles más queridos y cercanos a Jesús.
Uno de los atributos más comunes de la iconografía del apóstol San Juan es, desde el siglo XIII, un cáliz con un dragón en su interior, en alusión al episodio en el que el sacerdote Aristodemo le desafió a beber veneno de la ponzoña.
El discípulo amado de Jesús se santiguó antes de beber, neutralizando así el poder del veneno. El dragón es, por tanto, el símbolo del veneno que, según la Leyenda Áurea, bebió para demostrar la verdad de su predicación.