En la memoria de esta Venerable Hermandad, el 15 de octubre del pasado año se alza como una joya incrustada en el tiempo, un recuerdo dorado que brilla con intensidad.
Aquel día, en el santuario de la devoción, los nervios danzaban al compás de los corazones, mientras la ilusión se erguía como un faro en el horizonte.
El Excmo. y Rvdmo. Mons. D. Jesús Catalá Ibáñez, Obispo de nuestra Diócesis de Málaga, presidió la Santa Misa Estacional y otorgaba su bendición al Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia, obra emanada de las diestras manos del imaginero D. José María Ruíz Montes.
Su gubia tallaba con maestría y encarnaba la esencia misma de la humildad y la paciencia, como si el tiempo se hubiera detenido para capturar la esencia de la divinidad en cada rasgo de la imagen.
Ese día, en el latir de cada corazón carmelita, se entrelazaron las emociones y la historia.
El 15 de octubre de 2022 se convirtió en un hito imborrable, un capítulo trascendental en nuestra breve pero intensa historia.
Y por ende, en los anales de nuestra Corporación, quedando inmortalizado como uno de los más importantes, un testimonio eterno de fe y devoción en la onomástica de nuestra querida Santa Teresa de Jesús, representada en el madrinazgo de NN.HH. Carmelitas Descalzas de San José, primeras custodias de la nueva talla del Señor en la clausura de su Convento.
Que el Señor bendiga a todos los hermanos, vecinos y devotos.
𝐎𝐛œ𝐝𝐢𝐞𝐧𝐬 𝐮𝐬𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐝 𝐦𝐨𝐫𝐭𝐞𝐦